Consiste en quitar el musgo que se encuentra en el jardín y que afea las zonas de césped. Se trata de una tarea básica que debe realizarse a principio de la primavera y en el otoño. Lo ideal es hacer un escarificado cada dos años, al mismo tiempo que se abona la zona con la intención de fortalecer las zonas de césped.
Es una tarea que permite alimentar nuestro jardín con la intención de evitar futuros problemas y mejorar el estado. Debe realizarse un par de veces al año; en primavera y a finales de otoño o principio de invierno.
Nueva siembra: se realizan en zonas que se quieren acondicionar con césped. Es la forma más económica de acondicionar nuestro jardín con un buen impacto visual. Las tareas complementarias a la siembra son los fresados y pisados.
Resiembra: para lograr un buen césped se recomienda ir renovandolo cada cuatro años. La resiembra, junto con los cortes de césped periódicos y un buen abonado y riego, nos ayudará a que no pierda su buen aspecto y que no proliferen las malas hierbas.